Porco Rosso

Porco Rosso

sábado, 15 de junio de 2019

MEN IN BLACK INTERNATIONAL de F. Gary Gray - 2019 - ("Men in Black International")


El agente H, de los Hombres de Negro, es el mejor de su división y un experto infalible en los asuntos más delicados para proteger la Tierra, a la que salvó en el año 2016 de una invasión. Ahora, se va a tener que enfrentar a una extraña misión: están ocurriendo unos misteriosos asesinatos en Londres y parece haber detrás de todo una poderosa fuerza alienígena. H va a tener, sin embargo, una nueva compañera en esta ocasión: una chica muy inteligente con la que no se lleva, de primeras, especialmente bien.


La saga "Men in Black", que ya de por sí era irregular en su día (en especial sus tardías secuelas la fastidiaron bastante), se revitaliza ahora con "Men in Black International", un intento de sacar una nueva saga, valga la redundancia, de los cómics de Lowell Cunningham. No sé comercialmente cómo funcionará y no sé si esto tendrá continuaciones o si se quedará aquí, pero la película es un rollazo patatero al nivel de las mencionadas segunda y tercera parte de la antigua trilogía. Ampliamos el mundo de la saga para conocer a los agentes que trabajan fuera de los Estados Unidos y ponemos a Chris Hemsworth a hacer de Chris Hemsworth (es decir, a hacer payasadas, porque ya hasta Thor es un payaso desde su tercera entrega) y a Tessa Thompson a hacer un papel que por lo menos es simpático y algo menos ridículo y les metemos en una aventura del montón con muchos chistes tontos y mucha vergüenza ajena. Payasadas, payasadas, payasadas y alguna payasada por ahí. Vale, ofrece espectáculo visual, y hay algún gag que funciona (uno u dos por lo menos) y hay razas alienígenas que tienen cierta gracia y guiños a las viejas películas que están graciosos. Pero el conjunto no aprueba. No. Porque ni trae nada nuevo, ni cumple como comedia digna, ni tampoco tiene una trama maravillosa ni escenas de acción geniales. Un rollazo patatero. Veremos a ver en qué queda todo esto.


martes, 11 de junio de 2019

OCÉANOS DE FUEGO de Joe Johnston - 2004 - ("Hidalgo")


1890. Frank T. Hopkins, viejo soldado de caballería, es uno de los mejores jinetes de toda Norteamérica pero, debido a problemas económicos, se ve obligado a trabajar en el Circo de Buffalo Bill. Un día, un jeque árabe que lleva tiempo buscándole aparece y le hace una gran oferta: participar en la carrera conocida como el Océano de Fuego, que transcurre a través de 3.000 millas en Arabia. La vida de Frank está a punto de dar el giro que necesitaba.


"Océanos de fuego" (de nombre real "Hidalgo") es una de esas películas de ese extraño artesano que es Joe Johnston, que lo mismo hace una joyita de corte clásico como "The Rocketeer" o la primera aventura del "Capitán América" que un bodriazo de la talla de "Parque Jurásico III" o un rollazo de adaptación cutre como "El hombre lobo". Ésta, sin ser una maravilla, es muy entretenida y la verdad es que desprende ese toque clásico que de vez en cuando sabe darle este director a sus creaciones. Viggo Mortensen da vida con mucho carisma y solvencia a un gran montador de caballos, un héroe acabado con tiempos pasados mucho mejores a sus espaldas, que es invitado por un jeque (Omar Sharif en una de esas breves y curiosas apariciones de sus últimos años) para tratar de ganar una gran carrera por el desierto de Arabia. No se esperen una gran obra, pero tampoco un bodrio. Hay mucha aventura, mucha acción, y amor y un cierto toque de humor canalla, y muchas escenas épicas y una deliciosa ambientación y una rica recreación histórica. Es predecible todo, pero también es loable el esfuerzo por recuperar el tono, salvando las distancias, de películas como "Lawrence de Arabia" y de homenajear al Hollywood clásico. "Océanos de fuego" no es una maravilla, pero se puede ver bastante bien y la fotografía también es excelente.


viernes, 7 de junio de 2019

ALADDIN de Guy Ritchie - 2019 - ("Aladdin")


Aladdin es un joven mendigo, bondadoso y solidario, que malvive en el bazar de la ciudad de Agrabah junto a su mono Abú: juntos, roban lo que pueden para poder comer. Un día, conoce de casualidad a una chica de la que se queda prendado. Esta chica no es una chica cualquiera... La vida de Aladdin está a punto de cambiar para siempre.


Reconozco que fui con prejuicios a ver este "Aladdin" de Guy Ritchie. Porque, la verdad, tenía mala pinta a priori. Y el genio de Will Smith, estéticamente, también. Y lo cierto es que no está mal. No es una película maravillosa, pero teniendo en cuenta que se trata de una "live-action" de un clásico de Walt Disney hecha para pasar la gorra con todo el descaro, pues oigan, no está mal. La historia viene a ser la misma, pero con unos cuantos nuevos personajes (más o menos divertidos y acertados) y con mucho, mucho musical (de hecho, tiene más números que la película animada y homenajea constantemente, desde en los bailes hasta en el vestuario, al cine de Bollywood). Tiene también algunos segmentos de humor que están bastante conseguidos, y también algunos de aventuras que, de la misma manera, funcionan muy bien. La ambientación, que se recrea conscientemente en un cierto tono de "cartón-piedra" que recuerda a los clásicos hollywoodienses de la edad de oro, muy colorida, muy "naif", cumple bastante bien, así como el vestuario. Todos los actores y actrices están también muy aceptables y, curiosamente, Will Smith como el mencionado genio es casi que el mejor de todos: se desenvuelve muy bien en este personaje y consigue imitarlo sin caer en la vergüenza ajena y en sus excesos de verborrea (y, algo importante: no abusa del color azul, lo cual es, pienso, muy acertado).


Falla en el conjunto de caracteres un Sultán sin demasiado carisma y, sobre todo, un Jafar muy, muy flojo, con muy poco gancho para ser un villano en condiciones (y en todas las películas, y en especial en las de Walt Disney, el villano de turno es un personaje básico que, cuando falla, deja muy coja a casi toda la trama). Quitando esto, poco más se le puede echar en cara a este "Aladdin". La huella de Guy Ritchie no está casi por ninguna parte, pero tampoco pasa nada: está bien que innove y que cambie un poco de registro uno de los directores que más se repiten de hoy (que no es un mal creador, pero repetirse, se repite, y ha rodado la misma película con variantes más de dos y tres veces). En conjunto, se puede ver muy bien y es digna.


jueves, 6 de junio de 2019

LA MILLA VERDE de Frank Darabont - 1999 - ("The Green Mile")


Años treinta. Plena Gran Depresión. Paul Edgecomb es un funcionario de prisiones del centro de Cold Mountain, en Louisiana, que trabaja vigilando la llamada Milla Verde, donde esperan los reclusos condenados a morir en la silla eléctrica. Paul es un buen hombre que trata de hacer lo mejor que puede su trabajo, aunque es un oficio desagradable y muy complicado. Entre los presos, hay un hombre gigantesco llamado John Coffey que está acusado de asesinar brutalmente a dos niñas de nueve años. John es una persona muy especial, y Paul va a descubrirlo...


Hay una faceta de Stephen King que es, y desconozco exactamente por qué, muy poco conocida: la de escritor de dramas que no tienen nada que ver con su género predilecto, el terror. Novelas como "El cuerpo" (en la que está basada la película "Cuenta conmigo", que por cierto es excelente) o como la de "La Milla Verde", en la que se basa la que hoy comentamos, han pasado a lo largo de los años mucho más desapercibidas que las eternas "Carrie", "It" o "El Resplandor" e incluso que otras de sus últimas etapas que no son tan buenas. Por tener, tiene incluso una de fantasía heroica: "Los ojos del dragón". "La Milla Verde", adaptada por Frank Darabont, que previamente había adaptado "Cadena Perpetua", también de este Stephen King menos conocido y también un drama carcelario, es una de las mejores películas de su género de la historia. Un Tom Hanks espléndido y un absolutamente soberbio Michael Clarke Duncan (lástima que este actor tan infravalorado muriese repentinamente y tan joven en 2012) son los dos protagonistas de esta historia fantástica ambientada en el Corredor de la Muerte. Dabaront, una vez más, hace suya la premisa, pero la adapta manteniendo toda la esencia del mejor King. Tres horas de metraje se pasan en un vuelo ante este fascinante drama lleno de diálogos y momentos para el recuerdo y en el que se pone en la picota el sistema del mencionado Corredor de la Muerte de los USA, totalmente inhumano, y en el que se nos invita a debatir sobre la pena capital, sobre el trato a los presos, en una tesitura moral complicada.


También, como en la anterior "Cadena Perpetua", se trata el asunto de las personas que están encerradas en estos lugares sin haber cometido realmente el asesinato que les han endosado. Frank Darabont vuelve a demostrar que es uno de los grandes directores de su generación (lástima que en líneas generales sea tan poco proflífico) y nos regala esta joya maravillosa, excelentemente ambientada, por cierto, en los tiempos de la Gran Depresión. "La Milla Verde" es el ejemplo perfecto de que se puede combinar el drama más brutal y la fantasía más emotiva en un cóctel que puede funcionar sin fisuras. Una obra maestra de su década.


martes, 4 de junio de 2019

JOHN WICK: CAPÍTULO III. PARABELLUM de Chad Stahelski - 2019 - ("John Wick: Chapter III: Parabellum")


John Wick ha sido expulsado de la organización de la Alta Mesa y su cabeza ya tiene un precio: catorce millones de dólares. Solo, y en las calles de Nueva York, busca una forma de escapar de los cientos de asesinos que están a punto de ir tras él. Y la va a encontrar. Pero va a ser brutal y va a exigir tremendos sacrificios.


"John Wick: Capítulo III: Parabellum" es un delicioso disparate. Sí, es un disparate, como lo podían ser sus antecesoras en mayor o en menor medida, pero ya a lo grande. Aquí ya hay, directamente, más asesinos que "personas" en el mundo. El mendigo, el camarero, el taxista: todo dios es un asesino. Se riza el rizo de lo rocambolesco y se profundiza en esta desprejuiciada y divertida sociedad de sicarios y se hace además sin prejuicios de ninguna clase. Y, sin embargo, a pesar de todo esto, la película funciona porque a nivel de escenas de acción es una pasada. Pero una jodida pasada. Ya no es sólo que las coreografías sean espectacularmente delirantes, frenéticas, divertidísimas, vertiginosas: es que son bellas, muy bellas casi todas. El filme tiene estilo. Y un estilazo. Vale que la trama es un disparate, sí. Vale que es todo tan delirante que llega a ser casi absurdo. Pero la línea brillante de todo, la violencia vistosa, escenas que parecen sacadas de un videojuego de lucha y algunas coñas muy negras verdaderamente magníficas hacen que esta tercera entrega de las aventuras del invencible asesino de Keanu Reeves sea una auténtica delicia para toda aquella persona que sepa lo que va a ver: acción preciosa y muchos homenajes a su género hechos con cariño. Y, además, el universo de esta saga se va a seguir expandiendo. Va a haber cuarta parte segura. A disfrutar.


sábado, 1 de junio de 2019

FARAÓN de Jerzy Kawalerowicz - 1966 - ("Pharaoh")


El joven príncipe Ramsés XIII ve como cada día que pasa su tierra, Egipto, da un paso más hacia la decadencia. Las conspiraciones fenicias, libias y hebreas son constantes, y la amenaza de la poderosa potencia militar de Asiria cada día es más latente. Mientras, el pueblo vive en la pobreza y en la ignorancia y la clase sacerdotal acumula cada vez más privilegios y riquezas. Decidido a cambiar esto y a alcanzar la gloria de sus grandes antepasados, Ramsés pone en marcha una conspiración para acabar con el poder de los sacerdotes. Una guerra en la sombra está a punto de estallar y de sacudir a todo Egipto.


Nacido en Ucrania en 1922, Jerzy Kawalerowicz, que estudió en Cracovia, es uno de los grandes directores polacos de la historia y uno de los nombres más importantes del cine histórico de todos los tiempos. Sus primeras creaciones vinieron influenciadas por el Neorrealismo Italiano y, tras pulir su estilo, comenzó a crear unas sorprendentes películas que, muchas enraizadas en el mencionado “género histórico”, trataban toda clase de asuntos universales entre los que se incluía a menudo la crítica política, ideológica y religiosa. Sus filmes se alejaron en todo momento del colosalismo, el lujo y la exuberante fantasía con la que Hollywood solía tratar las producciones de este tipo. Cualquier pasado visto por Kawalerowicz, siempre minuciosamente documentado, aparece retratado en todo su verdadero esplendor, es decir, con un realismo insobornablemente férreo en el que nada se suaviza ni se oculta y en el que, a pesar de todo, se esconde siempre un halo épico. La impronta visual de sus filmes es así apabullante, con gran importancia del espacio escénico, que a veces casi actúa como un personaje más, y del vestuario y el color, brillantes.


Sus personajes, cuidados psicológicamente hasta el más mínimo detalle, a menudo tienen que luchar contra un sistema opresor que domina sus vidas y las de sus allegados de una manera u otra y que se emparienta claramente con cualquier sistema opresor del transcurrido siglo XX y de nuestros días. Jerzy Kawalerowicz, de filmografía bastante espaciada (aunque mucho menos en sus inicios) debutó con “Celulosa”, a la que siguieron “Bajo la estrella frigia”, “La sombra”, “Tren de noche”, “El verdadero fin de la guerra”, “Madre Juana de los Ángeles”, la comentada “Faraón”, “Muerte de un presidente”, “El juego”, “Austeria” y “Bronsteins Kinder” y "Quo Vadis?”. Murió en el año 2007.


“Faraón”, basado en la novela homónima del polaco Boleslav Prus, presenta la historia ficticia de Ramsés XIII, que decide enfrentarse a la clase sacerdotal egipcia viendo cómo todo su reino, en ligera decadencia por culpa de conspiraciones fenicias, libias y hebreas y por la constante amenaza de la poderosa Asiria, vive en la ignorancia engañado por esta propia clase, acomodada e hipócrita. El filme desarrolla la lucha de este contradictorio personaje y de los que deciden seguirle para, de alguna manera, despertar al pueblo con el objetivo de que se rebele contra dicha clase y reclame el tesoro real que financiará una guerra contra los asirios, guerra a la que los religiosos se oponen por intereses ocultos. El trasfondo es éste, pero la alegoría queda bien clara: el Egipto Antiguo es un reflejo de la Polonia dominada por los comunistas rusos (aunque también la metáfora se aplica sin ningún problema a cualquier dominación de cualquier clase religiosa sobre cualquier pueblo). La monumental película, de tres horas de duración, está narrada con unos fabulosos pulso y ritmo que no decaen en ningún momento y que mantienen al espectador interesado en la retorcida trama de principio a fin. Los personajes, genialmente recreados y desarrollados, se enfrentan entre ellos por el poder en una sociedad corrompida y cegada por los dogmas, engañada por un estamento que todo lo controla en la sombra.


La representación histórica (magníficamente fotografiada) es simplemente soberbia, tremendamente fiel al pasado real que retrata (a pesar de que el Faraón protagonista sea una invención y de otros fallos históricos que provienen de la obra original de Prus) tanto en los escenarios como en el vestuario, la ambientación, las costumbres, los diálogos. Las escenas de batalla, rodadas alguna en primera persona, son realmente innovadoras para la época, y la falta de música otorga un realismo y una crudeza pocas veces vistos. “Faraón” es, además de una película imprescindible en todos los aspectos, toda una experiencia, un viaje a un concepto de cine histórico demasiadas pocas veces utilizado.


viernes, 31 de mayo de 2019

EL ÚNICO de James Wong - 2001 - ("The One")


Gabriel Law es un honrado agente de policía de Los Angeles que lleva años experimentado extraños aumentos de fuerza, agilidad, velocidad y capacidad mental. Nunca ha entendido el porqué y su vida sigue adelante con cierta normalidad. Sin embargo, un día, llega alguien que le busca... Su "otro yo": una versión suya de un universo paralelo que, Gabriel desconoce por qué, empieza a perseguirle y a atacarle.


En 2001, James Wong, el perpetrador de bodrios como esa película lamentable de "Dragon Ball" de cuyo nombre no quiero acordarme, hizo ya de las suyas con "El único", una cinta de Jet Li que tuvo bastante éxito y que es considerada como uno de sus mejores trabajos (a nivel de artes marciales, desde luego, eso es innegable). Ahora que están tan de moda los multiversos, y más que van a estar con lo que viene de la hornada de superhéroes de Marvel y DC, es curioso ver esta película en la que el referido Li se enfrentaba a su doble maligno de otro mundo paralelo. "El único" pretendía en su momento, además, aprovecharse descaradamente del tirón de la saga de "Matrix", de la que copiaba hasta su ambiente. La película era un infame despropósito con muchas peleítas y con efectos especiales muy buenos entonces, eso sí, pero nada más. Una trama enrevesada y absurda y unos personajes tontos coronaban una historia que trataba para colmo de dar gato por liebre y de ser más profunda y artificiosa de lo que era a base de liar y desliar al espectador con artes narrativas bastante pueriles y mediocres. Es disfrutable si uno tiene ganas de echar un rato entretenido de artes marciales con un Jet Li que en este aspecto se lo curra bastante bien y que en aquel año estaba en la cresta de la ola. Para poco más vale este engendro simpático pero chapucero.


jueves, 30 de mayo de 2019

RATÓNPOLIS de David Bowers y Sam Fell - 2006 - ("Flushed Away")


Roddy es un hamster que vive con su familia humana en una lujosa casa de Kensington, en Londres. Su existencia está solucionada en todos los aspectos: tiene comida de sobra y habita en una jaula con todas las comodidades y, además, cuando se queda sólo, toda la casa es para él. Un día, sin embargo, esto cambia de golpe. Roddy, por una terrible casualidad, acaba cayendo a las alcantarillas... En donde descubre la ciudad de Ratónpolis, un mundo muy diferente al que él conoce.


"Ratónpolis" (de nombre real más apropiado "Flushed Away"), es una de las mejores producciones de Dreamworks Animation y, también, de Aardman Animations. Es, de la misma manera, la primera de la historia de este segundo estudio que está realizada por completo en 3D, en contraste con su habitual método de animación cuadro por cuadro. Esto es debido a la gran presencia del agua en la trama del filme: el agua es extremadamente difícil de reconstruir con las técnicas clásicas de "stop-motion" y con la plastilina y, además, sus resultados no siempre son buenos. "Ratónpolis" conserva, sin embargo, todo el carisma de las producciones de Aardman. Con un reparto de voces genial, narra una historia clásica de personaje solitario que busca una familia y, también, una gran aventura de lucha contra la corrupción. Se basa todo en los cánones del cine negro clásico con un toque de filme de espionaje para recrear un mundo donde los ratones y otros animales como los batracios y las babosas viven juntos en una ciudad en las alcantarillas de Londres. Los personajes son encantadores, y, sobre todo, destaca el humor negro y los diálogos que el filme tiene, que a veces son casi surrealistas. Gags adultos, irónicos, y en ocasiones absurdos se dan la mano con unas escenas de acción fantásticas, frenéticas, y una historia que gustará a los niños pero que, en este caso, contentará especialmente a los más grandes de la casa. Una obra genial, atípica, con algunos chistes inolvidables. Inteligente, bella y profunda. Muy recomendable y algo olvidada, injustamente.


miércoles, 29 de mayo de 2019

EL HIJO de David Yarovesky - 2019 - ("Brightburn")


Brandon Breyer es un niño normal y corriente que vive con sus padres, normales y corrientes, en su granja de Brightburn, un pequeño pueblo de Kansas. Al cumplir los doce años, sin embargo, algo empieza a ocurrir. Brandon cambia. Cambia extrañamente... Y comienzan a suceder cosas terribles en la hasta entonces tranquila localidad.


David Yarovesky ha dirigido hasta la fecha dos largometrajes, ambos enmarcados de una forma u otra en el género del terror: "The Hive" y la comentada "El hijo".


"El hijo" es una película que me resulta absolutamente maravillosa hasta que llega su desenlace y, por desgracia, cae en todos los grandes topicazos del peor cine de terror comercial. No quiero revelar demasiado de ella, pero sí decir que su propuesta me parece, con mucho, una de las más originales que hemos tenido no solamente en lo que llevamos de este año, sino en los últimos años. Toma lo mejor de un género, sus premisas más típicas y tópicas, y lo mezcla con lo mejor de otro para crear un cóctel sugestivo y totalmente malsano, originalísimo, que sabe golpear al espectador sin piedad. Así es toda su primera parte. Novedosa, fresca, y tremendamente malsana. Va en un "in crescendo" apasionante de escenas cada vez más inquietantes, cada vez más escabrosas, cada vez más violentas, y lo hace todo además con una trama bien dosificada, coherente, con un ritmo perfectamente medido. Todo es magnífico en "El hijo", y sus actores también. Todos en su justa medida (y el protagonista, Jackson A. Dunn, pone verdaderamente los pelos de punta).


Luego, y sin derribar al conjunto, la cosa pierde muchos enteros. Porque, tal vez para contentar al público más amplio posible, decide meterse de golpe en los clichés del peor cine comercial, como he comentado. Y llega el desenlace. Y el "plof". Todo se desinfla y estamos de golpe ante la enésima producción de terror palomitero de usar y tirar. Una verdadera pena. Me gustaría saber qué habría hecho alguien como el M. Night Shyamalan en mejor forma con la premisa de esta película, que es recomendable pero por desgracia no redonda a golpe de concesiones a la galería.


lunes, 27 de mayo de 2019

LO DEJO CUANDO QUIERA de Carlos Therón - 2019 - ("Lo dejo cuando quiera")


Año 2017. Pedro, Arturo y Eligio son tres amigos que se han pasado toda su época universitaria estudiando como locos y que, ahora, en la treintena, ven que todo eso no ha servido para nada debido a la crisis económica. Pedro es investigador precario en su facultad, tiene dos hijas y está divorciado. Arturo sólo tiene un trabajo: dar clases particulares a una adolescente insoportable. Y Eligio, tras mucho tiempo en paro, es enchufado por su tío en su aburrida gasolinera. Un día, sin embargo, la suerte de los tres parece cambiar. Pedro tiene algo que puede hacerles ricos rápidamente...


Carlos Therón es un director de comedias español esencialmente exitoso. Su filmografía se compone de "Fuga de Cerebros II", "Impávido", "Es por tu bien" y "Lo dejo cuando quiera". Ha trabajado también en series como "El barco", "Chiringuito de Pepe", "Olmos y Robles, una pareja de ley" o "Mira lo que has hecho".


Alabo una cosa de "Lo dejo cuando quiera": el que se ponga a hablar por fin de unos de los grandes grupos de damnificados de la crisis económica que nos hemos comido con patatas; los investigadores universitarios y los estudiantes que lo dieron todo en sus carreras para acabar con trabajos precarios o directamente en el paro. Como siempre digo, nunca entenderé que haya tan pocas películas sobre esta crisis, y ésta se atreve a tocar el tema y no puedo dejar por ello de aplaudir a su equipo. Ahora bien, no pasa de ahí. Triste pero cierto. La primera media hora de "Lo dejo cuando quiera" es efectiva y tiene un toque agridulce que se agradece: esos tres empollones que se pasaron toda la universidad estudiando como locos para acabar tan mal son muy reconocibles y entrañables, y el humor negro que se desprende de sus desventuras es a veces muy acertado (en especial, el del personaje de Ernesto Sevilla, excelente como siempre y el mejor del trío protagonista). Como he dicho, no pasa todo por desgracia de aquí. La película se sumerge de repente en una espiral de topicazos en un intento de ser un thriller que no venía a cuento y se pierde todo, pero todo, todo. Ni crítica social, ni personajes interesantes, ni trama que diga algo. Nada.


Un mafioso de pandereta con cierta gracia interpretado con bastante gracia y carisma por Ernesto Alterio no salva un conjunto lleno de lugares comunes (en serio, es que los mencionados mafiosos no pueden ser más típicos), de parodias muy facilonas de "Breaking Bad", de gags gruesos que de repente pierden toda su ironía, de secundarios desdibujados, de historias de amor cien por cien predecibles y de un final totalmente absurdo que no se lo cree nadie. Y nada, no queda nada de crítica social después de todo esto: ni de la crisis, ni de la corrupción, ni de la política, ni del sistema universitario, ni de nada, de nada, de nada. Una pena total que todo empiece con ese cierto interés y se quede al final en otra comedieta cutre del montón.