Porco Rosso

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sábado, 10 de junio de 2017

MAPA DE LOS SONIDOS DE TOKYO de Isabel Coixet - 2009 - ("Map of the Sounds of Tokyo")


Ryu es una joven solitaria de Tokyo, sin amigos ni familia aparente, que trabaja por las noches cortando y empaquetando pescado para la venta. Ryu guarda un gran secreto. Un secreto terrible. Un día, sin embargo, su vida va a cambiar de forma radical. Va a conocer a un hombre especial.


Isabel Coixet mete para mi su primer gran patinazo en "Mapa de los sonidos de Tokyo", una película horrorosa en la que trata de hacer un cine parecido al de directores como Wong Kar-Wai o Kim Ki-Duk sin conseguirlo. Todo está: la historia de amor, el minimalismo, los personajes hieráticos y perdidos, la poesía visual y hasta las escenas de grandes urbes asiáticas deshumanizadas pero románticas alternadas con otras naturales con luz preciosa. Sí, todo está, pero mal. La historia de amor es típica y tópica y está llena de hechos absurdos, mientras que los personajes tienen desarrollo cero: no son atractivos para empezar porque no tienen nada especial, ni siquiera la protagonista, y no sabemos ni a dónde van ni de dónde vienen; ni tienen pasado, ni tienen motivaciones para hacer lo que hacen, ni sabemos siquiera por qué están ahí (el viejo que narra la historia se lleva la palma de la indefinición y del "porque yo lo valgo"). Los diálogos son malos. Pedantes y pretenciosos y barrocos. No dicen nada la mayoría de las veces: sólo divagan con aburrimiento e intentos de poesía barata por temas filosóficos baratos y por impresiones culturales de manual de turismo. El minimalismo exaspera: a ver, Coixet, tú no eres asiática; no trates de imitar a un cine que culturalmente no es cercano a ti porque te salen estas cosas, intentos mediocres de recrear un alma japonesa que en el fondo te es ajena. Y así nos tiramos escenas y escenas de silencios impostados, de miradas lánguidas que no dicen nada, de pasajes contemplativos forzados, de estampas cotidianas de una cotidianeidad que no es la de la directora y que parece de postalita. "Mapa de los sonidos de Tokyo" no interesa nada. Su conjunto es soporífero, de escaparate, artificial. Los personajes no nos importan (es que como he dicho ni la protagonista, que es una asesina a sueldo salida de la nada y sin alma ninguna que se enamora a las tantas de su carrera de un tipo sin atractivo mental o emocional ninguno). El drama nos aburre (toda la venganza absurda al estilo yakuza sobra, es que es totalmente irreal). Y el desenlace es para echarle de comer aparte: es sencillamente ridículo. No, Isabel Coixet no es Wong Kar-Wai o Kim Ki-Duk: es de Barcelona. Vamos a poner a un japonés o a un surcoreano a hacer un drama de idiosincracia española... Nos vamos a echar unas risas. Pues aquí pasa eso pero al revés.


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